Un Masaje Relajante es una terapia que se realiza de forma manual y está destinado a mejorar el bienestar de la persona ya que su principal objetivo es aumentar la producción de endorfinas en nuestro cuerpo.
El masaje es un método de evaluación y tratamiento manual de aquellas partes del cuerpo humano que presentan alguna dolencia, o susceptibles de presentarla, con el objetivo de mejorar el dolor, reducir o eliminar tensiones musculares, mejorar la circulación sanguínea y linfática y conseguir un alivio del estrés, la ansiedad y las tensiones del día a día.
En definitiva, el objetivo principal del Masaje Relajante es aliviar la tensión y conseguir un estado mental relajado, priorizando las manipulaciones y pases suaves sobre los movimientos bruscos y fuertes, más reservados para el masaje terapéutico o descontracturante.
¿Cuál es el origen del masaje relajante?
Hoy en día podemos encontrar en cualquier gran ciudad, ofertas de masaje de todo el mundo, desde países del Lejano Oriente como Japón o China, hasta técnicas hawaianas, americanas o incluso africanas. Los orígenes, conocimientos, formación y experiencia de cada terapeuta, hacen que se sientan más o menos cómodos con una u otra técnica. En esta definición nos centraremos en el masaje relajante, empezando por conocer sus orígenes etimológicos, objetivos, procedimiento, indicaciones y contraindicaciones.
La palabra masaje proviene de la palabra francesa “massage”, que a su vez proviene del verbo “masser” (amasar, hacer una masa), simulando la manipulación del amasado que se hace durante el masaje. En cuanto a sus orígenes más antiguos, hay dos teorías, una que proviene del latín “massa” que a su vez proviene del griego, y otra que proviene de la raíz árabe “mas” que significa tocar y sentir. En cualquier caso, ambos significados sugieren una técnica manual de contacto y manipulación del cuerpo de la persona o animal que se trabaja.
En cuanto al origen de la palabra “relajante”, el adjetivo que acompaña al masaje en esta definición, podemos decir que proviene del latín “relaxare” y que significa aflojamiento intenso.
Así, viendo el origen etimológico de estas dos palabras, podríamos decir que el masaje es un método de evaluación y tratamiento manual de aquellas partes del cuerpo humano que presentan alguna dolencia, o son susceptibles de presentarla, con el fin de mejorar el dolor, reducir o eliminar la tensión muscular, mejorar la circulación sanguínea y linfática y lograr el alivio del estrés, la ansiedad y las tensiones de la vida cotidiana.
¿Cómo podemos realizar este tipo de masaje?
En el Masaje Relajante, el objetivo principal es aliviar la tensión y lograr un estado mental relajado, priorizando las manipulaciones y los pases suaves sobre los movimientos bruscos y fuertes, más reservados para el masaje terapéutico o descontracturante.
El Masaje Relajante se realiza normalmente en una camilla, con la parte del cuerpo a trabajar descubierta, con manipulaciones suaves y superficiales, y tratando de ofrecer al paciente una estimulación sensorial sutil pero agradable en todo momento, de modo que los sentidos del olfato, del oído y de la vista puedan aportar un valor añadido.
Por ello es imprescindible disponer de una cabina de masaje con un ambiente relajante, una temperatura adecuada, una música suave y estéticamente agradable y jugar con los aromas de los aceites usados en el cuerpo de la persona para proporcionarle el mayor bienestar, confort y relajación posibles, de manera que pueda disfrutar de un rato agradable para él o ella.
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